martes, 12 de julio de 2011

Entrópico (de Cáncer)

                                                         Yo no soy él, pero sí gusto conocerte.

Disfruto mojarme en la lluvia, cuando camino. Me gusta mirar los cristales cuando están empañados, especialmente la vista que tengo desde mi almohada. Hago el súper como si quisiera volver a hacerlo el día siguiente pero, por otra parte, tengo una debilidad especial por los libros de Jane Austen -aunque no he leído ninguno-. Pienso que el secreto de la vida no está encerrado en el momento de la concepción, sino en el impulso insensato de poner tu vida en las manos de alguien que acabas de conocer.

Tengo una hermana pequeña que, ni es pequeña, ni es mi hermana. Aún así, a veces la miro como en los libros de Marguerite Duras y me consume ese deseo ardiente por resolverle mundo. También me devora la impotencia de no poder hacerlo. Creo en el amor a primera vista. Le pongo pepino y champiñones a los sándwiches. Imagino los actos cotidianos como oportunidades para desafiar la lógica y el buen sentido, enjabonándome -por ejemplo- el cuerpo al principio, dejando la cabeza hasta el final. Amo los libros, aún después de haber visto la película; al revés, no soporto ni la idea.

Soy adicto al café, los cómics, el té de colores simples, las emociones fuertes y el café. Soy aficionado a la música alternativa y al cine de arte, uno de esos a los que etiquetan como “un traumado con el tema”. Preparo café expreso con distintas mezclas, a veces cortado con leche, a veces con espuma, a veces en la estufa, en la máquina o en la prensa. He preparado capuchinos, pero hace más de diez años que no me tomo uno. Tampoco pienso hacerlo en los próximos diez.

A veces me siento Pirata, a veces Grumete. Antes solía ser una serpiente -la primera, esa que conoce todos los secretos- pero alguien me pilló afuera del jardín original al momento de cerrar la puerta. En una de sus cartas, Rilke me recordó que, dado mi oficio, debo admitir que mi vida está llena de poesía.

Y eso, es en lo que creo ahora.




                                                ¿Ya te dije que me gusta el café?